domingo, 29 de septiembre de 2013

Buenos hábitos alimenticios: Adelgazar comiendo.

Y ahora ya sabes cómo se fabrica el algodón de azúcar, no volveré a comer nunca más

Comer despacio es mas elegante, además ayuda a perder peso.

Científicos de la Universidad de Osaka añaden nuevos datos y confirman la teoría de que no sólo es sano comer despacio sino que también es una forma de perder peso. 

La prueba se realizó entre 3000 voluntarios, de entre los cuales, un 84% tenían más probabilidades de ser obesos al no comer despacio y masticar bien. 

El estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista científica “Journal of the American Dietetic Association” tras el examen de pacientes que presentaban diferentes velocidades a la hora de ingerir alimentos. 

A la vez, dicha investigación se llevo a cabo utilizando diferentes tipos de utensilios con los cuales se aceleraba o se ralentizaba el proceso. 

 Tras la investigación se concluyó que todos aquellos pacientes que habían tardado 21 minutos más en consumir alimentos estaban más fácilmente saciados y por lo tanto adelgazaban de una manera más sencilla.

En suma, comer despacio y masticar bien ayuda al proceso digestivo ya que en muchos casos el organismo no puede procesar la comida en poco tiempo. 

Como consecuencia, los alimentos no son bien asimilados y las grasas tienden a quedar almacenadas. Por otra parte, el cuerpo se sacia antes cuando se come despacio y se mastica bien.

 Masticar bien y comer despacio en un hábito alimenticio que ayuda a nuestro cuerpo a procesar los alimentos. Para quien no tenga este buen hábito alimenticio, bajar el cubierto tras llevar la comida a la boca masticando cada bocado al menos 20 veces, es un útil truco para lograr comer despacio y masticar bien.
Recuerda que el estómago no tiene dientes...

domingo, 22 de septiembre de 2013

Algunos alimentos malos para la salud bucal.

AZÚCAR

Desde pequeños, nuestros padres nos enseñaron que si comíamos muchos caramelos se nos iban a “pudrir los dientes” debido a que el azúcar que contienen es dañino para ellos. Obviamente, se trata de una explicación exagerada para que los niños comprendan lo malo que es abusar del azúcar aunque, en verdad, no dista mucho de la realidad.

El consumo frecuente de azúcar en todos sus tipos -sea azúcar refinada, azúcar morena o consumida a través de miel y alimentos procesados- genera acidez en la boca, que permanece aun dos horas luego de haber sido consumida. Por ello, si tienes la costumbre de consumir azúcar, tu boca almacena gran cantidad de ese ácido, lo que disuelve el esmalte dental.

Si vas a comer alimentos con azúcar, intenta que sea en el horario de las comidas y no como bocadillos, pues en el momento de las comidas tu boca está produciendo más cantidad de saliva y eso neutraliza los ácidos que provienen del azúcar. 

Pasas y algunos frutos secos


 Estos alimentos son ricos en azúcar. Además, al ser pequeños, pueden quedar restos atascados entre los dientes durante horas, lo que aumenta el riesgo de contraer caries. Por ello, si consumes estos alimentos y no vas a lavarte los dientes inmediatamente, enjuaga tu boca con agua o usa hilo dental.


ALCOHOL


Otro efecto negativo de consumir alcohol en exceso radica en la salud bucal. 

Las bebidas alcohólicas secan la boca, por lo tanto disminuyen la secreción de saliva. 

Además, también es ácido para los dientes. 

Para evitar esta consecuencia, cepíllate los dientes 20 minutos después de haber ingerido alcohol.

Gaseosas

Según la Organización Mundial de la Salud, el consumo de gaseosas o refrescos es uno de los hábitos más dañinos para nuestros dientes.

 En primer lugar, porque suelen ser bebidas con azúcar. Y en segundo lugar porque, aun las versiones light sin azúcar, aportan ácido que erosiona los dientes.

 El  Dr.Patricio Leyton, asegura que no se debe cepillar los dientes enseguida de beber gaseosas porque ese ácido ablanda la estructura de los dientes y en consecuencia, los hace más vulnerables a la abrasión dental. 

¿Conclusión? La mejor decisión que puedes tomar para cuidar tus dientes es beber agua o té sin azucar.

jueves, 12 de septiembre de 2013

NIños: Higiene dental

 
 La salud de los dientes de los niños debe cuidarse desde el momento del nacimiento.

Los hábitos para el cuidado de la dentadura deben empezar a desarrollarse cuando el bebé tiene cuatro meses , es decir, cuando deja la lactancia  y empieza a tomar papillas  y otras comidas.

A partir de esta edad es cuando al niño le nace el primer diente y, durante esta etapa, el tipo de comida que consuma puede afectar a su salud dental durante toda su vida. 

De hecho, se ha determinado que existe una correlación entre el consumo de bebidas azucaradas durante la infancia, y el consumo posterior de alimentos con gran contenido en azúcar.


Los niños deben limpiarse los dientes, por lo menos, dos veces al día. Conviene tomar como rutina el hábito de cepillar los dientes justo antes de ir a dormir y después del desayuno. Los padres deben enseñar a sus hijos a cepillarse los dientes como si fuera un juego, sobre todo, a partir de los dos años, que es cuando la mayoría de los dientes del niño han salido. Bajo supervisión de un adulto, pueden empezar a usar una pequeña cantidad de pastadental con flúor . 
Usa una cantidad pequeña de pasta dental.

Al principio, conviene explicar a los niños la necesidad de llevar a cabo este hábito diariamente y predicar con el ejemplo. 

Conviene iniciar esta rutina como si fuera un juego, enseñándole la técnica manualmente para que comprenda que es importante limpiar bien los dientes por todas sus caras, porque las bacterias son muy listas pueden formar caries en los dientes si no las eliminamos todas. 

Evita que tu hijo sienta que la higiene dental es una forma de castigo y procura que forme parte de una expresión más de amor que se funda con el ritual nocturno. 

De hecho, se ha determinado que existe una correlación entre el consumo de bebidas azucaradas durante la infancia, y el consumo posterior de alimentos con gran contenido en azúcar.